ENFERMEDAD DE ALZHEIMER 

March 13, 2023by CubaHeal Research0

La enfermedad de Alzheimer produce un deterioro cognitivo progresivo  y se caracteriza por depósitos beta-amiloide (proteínas del cerebro) y ovillos neurofibrilares (estructuras anormales localizadas en varias partes del cerebro)  en la corteza cerebral y la sustancia gris subcortical. El diagnóstico es clínico; por lo general a través de pruebas de laboratorio y de tomografías para buscar hallazgos específicos que sugieran una enfermedad de Alzheimer y para identificar otras causas tratables de demencia. El tratamiento es sintomático. Los inhibidores de colinesterasa (sustancias que ayudan al sistema nervioso a funcionar  apropiadamente) a veces pueden mejorar transitoriamente la función cognitiva. 

La enfermedad de Alzheimer (trastorno neurocognitivo), es la causa más frecuente de demencia (deterioro crónico, global y habitualmente irreversible de la capacidad cognitiva). El Alzheimer representa del 60% al 80% de la demencia en adultos mayores, solo el 10% padece la enfermedad antes de los 65 años.  

Alrededor del 5 al 15% de los pacientes que desarrollan la padecimiento tienen antecedentes familiares y en estos casos la aparición de la enfermedad tiene un inicio temprano  (presenil) y habitualmente se relacionan con mutaciones genéticas. Está comprobado que los genes localizados en los cromosomas 1, 12, 14 y 21 influyen en la aparición y progresión de la enfermedad. 

Las dos características patológicas de la enfermedad de Alzheimer son: 

  • Depósitos de beta- amiloide extracelular (en las placas seniles) 
  • Ovillos neurofribilares intracelulares (filamentos helicoidales en pares) 

El depósito de beta- amiloides  y ovillos neurofibrilares conduce a la pérdida de sinapsis y neuronas, lo que provoca una atrofia macroscópica de las áreas afectadas del encéfalo, por lo general desde el lóbulo temporal mesial (dentro del lóbulo temporal)  

Signos y síntomas: 

  • Pérdida de la memoria a corto plazo. El paciente comienza a repetir preguntas con frecuencia, pierden objetos e incluso pierden la capacidad de situarse en espacio y tiempo. 
  • Deterioro del razonamiento, dificultades para acometer tareas complejas y falta de criterio y decisión. 
  • Problemas en el habla, dificultad para expresar ideas a través del habla y dificultad para redactar. 
  • Incapacidad para reconocer rostros familiares y objetos comunes. 
  • Acciones perturbadoras que incluyen: Vagar sin rumbo e incluso pérdida en lugares conocidos, inquietud, agresividad, insomnio, llanto y depresión. 
  • Conductas inapropiadas: los pacientes experimentan una reducción sustancial de la inhibición  por lo que por ejemplo, pueden desvestirse en lugares públicos. 

La enfermedad puede progresar rápidamente pero puede permanecer estable sin evolución durante ciertos períodos. Se recomienda mantener al paciente sin cambios bruscos en su vida diaria, ya que estos pueden acelerar el avance de la enfermedad. 

El diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer es similar al de otras enfermedades demenciales. Los criterios diagnósticos tradicionales incluyen los siguientes: 

  • Demencia clínicamente documentada mediante examen formal. 
  • Déficit en más de dos áreas de la cognición. 
  • Inicio gradual, o sea durante meses el paciente comienza a presentar signos que pasan a veces inadvertidos y se atribuyen al estrés o falta de concentración. 
  • Sin trastornos de conciencia. 
  • Inicio de la enfermedad temprana después de los 40 años y generalmente después de los 65 años. 
  • No puede existir la presencia de trastornos sistémicos ni encefálicos como por ejemplo tumores o accidentes cerebrovasculares que puedan explicar el déficit progresivo en la memoria. 

En estudios recientes realizados  se incluyen también biomarcadores para el proceso fisiopatológico de la enfermedad como son: 

  • Alta concentración de la proteína tau en el líquido cefalorraquídeo. 
  • Disminución del metabolismo cerebral en la corteza temporoparietal. 
  • Atrofia local en los lóbulos temporales mediales, basales y laterales y la corteza parietal medial, detectada mediante Resonancia Magnética.  

Pronóstico: aunque el ritmo de progresión varía en cada paciente, la declinación cognitiva es inevitable. La supervivencia promedio después del diagnóstico es de 7 a 10  años, aunque esta cifra no es exacta pues cada paciente evoluciona de forma diferente. A partir del momento en que el paciente deja de caminar e incluso de comunicarse, la supervivencia es de 6 meses a 1 año. 

Tratamiento: 

  • Medidas de seguridad para evitar que el paciente se dañe 
  • Medidas sintomáticas: crear un ambiente familiar estable, establecer espacios diseñados para reforzar la orientación del paciente, evitar discusiones familiares, cambios de los muebles de la casa entre otros. 
  • Es importante la ayuda de los cuidadores pues son esenciales para los pacientes con la enfermedad de Alzheimer. 
  • Uso de inhibidores de la colinesterasa: en general el uso del Donecepilo, la Memantina, la Galantamina y la Rivastigimina. 

En resuman, el Alzheimer es un tipo de demencia que no tiene cura.  Su desarrollo produce la pérdida general de la memoria y las habilidades intelectuales. Es una enfermedad que avanza lentamente y que termina con daño cerebral. La edad avanzada, la historia familiar y la genética son hasta ahora los mayores factores de riesgo y nada puede cambiarlos hasta el momento, pero las condiciones inducidas por el estilo de vida que dañan al corazón o a los vasos sanguíneos, como la presión arterial,  la diabetes, el  colesterol alto y otras enfermedades del corazón, también pueden contribuir a la aparición de la enfermedad. Por estas razones Los expertos recomiendan practicar ejercicios físicos, tener una alimentación sana y un estilo de vida saludable.  Así mismo, se recomienda leer diariamente, hacer ejercicios mentales como crucigramas, sudokus; juegos de mesa, aprender idiomas o realizar actividades con amigos para mantenerse socialmente activo y estimular la mente. 

En Cuba, se está desarrollando en estos momentos un medicamento contra la enfermedad de Alzheimer. Es una formulación nasal de Eritropoyetina (EPO) recombinante con bajo contenido de ácido siálico, una isoforma de composición similar a la EPO natural que se produce en el sistema nervioso central. La hipótesis de esta investigación versa sobre que la aplicación de isoformas de esta EPO, podría restaurar la homeostasis cerebral actuando sobre las neuronas. En el mundo existen solo 6 medicamentos para tratar el Alzheimer y ninguno supone la cura, NeuroEpo constituye una noticia muy esperanzadora pues este fármaco tiene la tendencia a detener la progresión de la enfermedad en los estadios ligero y moderado. 

[bt_highlight]CHMT[/bt_highlight] le recomienda si usted presenta algún síntoma inicial o algún familiar, ponerse en contacto con nosotros para ofrecerles un solución viable para un padecimiento que además de afectar al paciente, afecta a todo su núcleo familiar. 

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