EL SECTOR SANITARIO CUBANO 

April 6, 2023by CHMT Research0

El sector sanitario cubano ha sido una prioridad desde EL Triunfo de la  Revolución en 1959. Bajo el sistema socialista,  el sistema de salud y la educación son públicos y gratuitos. La isla es conocida por su enfoque en la prevención, la atención médica orientada a la comunidad y la preparación para combatir epidemias.  Cuba aborda los logros, los desafíos y las lecciones aprendidas en temáticas como el desarrollo del modelo de atención médica; la prevención y el control de enfermedades no transmisibles; la capacidad de respuesta frente a las enfermedades transmisibles; la experiencia en inmunización; la salud materno infantil; la formación de capital humano para la salud; el afrontamiento del envejecimiento demográfico; la salud y su relación con los desastres y el cambio climático; las consideraciones económicas sobre la salud pública y la salud universal; la ciencia y la innovación tecnológica en salud. 

Los resultados que muestra Cuba se basan, en primer lugar, en el principio de que la salud es un derecho fundamental de su población y, en segundo lugar, en el desarrollo de áreas críticas, como la creación de un sistema nacional de salud (SNS) —universal, accesible, orientado a la atención primaria de salud (APS) y gratuito en todos sus niveles y prestaciones—, la capacitación de personal sanitario, el desarrollo de la investigación biofarmacéutica y el establecimiento de un programa de asistencia sanitaria internacional para países necesitados. Entre los resultados más sobresalientes obtenidos por el sistema de salud cubano se encuentran el control de las principales enfermedades infecciosas, el descenso de la mortalidad infantil y los avances en el control de las enfermedades crónicas 

En Cuba ha existido una interdependencia entre la investigación biofarmacéutica y la salud pública. El bloqueo de los Estados Unidos contra Cuba, que se inició en 1963, obligó a la Isla a desarrollar su propia industria farmacéutica para responder a las necesidades de salud de la población. Esto ha propiciado que el país produzca alrededor de 80% de los medicamentos que consume y con ello haya logrado evitar la dependencia de los grandes consorcios farmacéuticos, abaratar los costos de producción y de funcionamiento del SNS y crear una infraestructura propia, moderna y competitiva. 

Desde inicios de la década de 1980, y en respuesta a una epidemia de dengue y dengue hemorrágico que afectó al país, en Cuba se logró producir interferón y con ello se incentivó el desarrollo de su industria biotecnológica. De manera similar, en 1983 se obtuvo en Cuba el primer preparado vacunal del mundo contra la meningitis tipo B, una enfermedad de alta morbilidad y mortalidad, principalmente en niños. Todo este proceso se aceleró en la década de 1980 con la creación del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología de La Habana y no se detuvo a pesar de la crisis económica de la década siguiente. 

 En la actualidad, en Cuba se produce una variada gama de interferones, vacunas, anticuerpos monoclonales, biomoléculas como la estreptocinasa recombinante— y algunos equipos médicos. La producción de la primera vacuna contra Haemophilus influenzae tipo b en el mundo a partir de un antígeno sintético es uno de los más importantes logros de la biotecnología cubana. El acuerdo entre una compañía de los Estados Unidos y el Centro de Inmunología Molecular de La Habana para producir una vacuna cubana contra un tipo de cáncer —a pesar de las rigurosas leyes estadounidenses que prohíben a las empresas de ese país establecer vínculos comerciales y financieros con entidades cubanas— refleja el interés que han generado las investigaciones cubanas en los países industrializados 

Los valores que estructuran el SNS cubano son coincidentes con los que promueve la OPS y apuntan a la solidaridad, la equidad y el derecho a la salud. Uno de los aspectos clave en la construcción del SNS y en el alcance de sus logros es la voluntad política para priorizar a la salud en la estrategia de desarrollo humano. La OPS pone a Cuba entre los pocos países de la Región que alcanzan ese
indicador. Mantener una mirada innovadora para solucionar los problemas objetivos de falta de recursos humanos, materiales y financieros que ha enfrentado Cuba en su historia reciente es sin lugar a dudas otro aspecto fundamental del éxito de este país en el área de la salud. 

La característica fundamental de SNS cubano tiene que ver con su enfoque de atención primaria de la salud, que le permite centrarse en las personas y las familias, proyectándose territorial e intersectorialmente hacia la comunidad, organizando los servicios que se ofrecen a la población en redes integradas, con un primer nivel resolutivo que llega a todos los rincones del país, y asegurando la disponibilidad de servicios integrales de calidad para responder a las necesidades de la población dentro de un marco amplio de políticas públicas que abordan los determinantes sociales y medioambientales de la salud 

A lo largo de los últimos 58 años, y a pesar de las limitaciones materiales, el SNS ha mantenido un perfeccionamiento continuo de sus sistemas y servicios de salud, que le ha permitido mejorar de manera sostenida los principales indicadores sanitarios del país, algo reconocido mundialmente. Cuba ocupa los primeros lugares en varios indicadores clave de salud en la Región  y muestra resultados relevantes en otros indicadores muy sensibles al estado de salud de la población, como los de natalidad y mortalidad. 

Las mujeres y hombres que estudian Medicina en Cuba no lo hacen, como es usual en el resto del mundo, enfocados en curar enfermedades, sino en preservar la salud de la persona, la familia, la comunidad y hasta del medio ambiente; y por eso dondequiera que llegan se ganan el respeto de la gente, por su humanismo. 

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