Cuba presenta un sistema para la atención a la salud altamente desarrollado, el cual se puede comparar con aquellos países más industrializados. El sistema de salud cubano tiene muchas características nuevas y únicas. Es subsidiado por el Estado y se basa en las necesidades de la población y no en las relaciones de solvencia financiera. La atención médica y dental es un derecho constitucional y no se les cobra a los pacientes.
Resulta imposible pensar la vida y la salud humana sin los cuidados de un profesional de enfermería. La enfermería forma parte de las ciencias de la salud y abarca la atención a personas de todas las edades, a familias, grupos y comunidades, enfermos o no, y en todas las circunstancias. Siempre están en la primera fila ante cualquier situación que implique una lucha por la vida, ya sea el nacimiento de un bebé, el cuidado de enfermos o heridos, el estado terminal de alguna persona; incluso, en tareas de prevención sanitaria.
En Cuba, los enfermeros juegan un papel primordial en el Sistema Nacional de Salud, pues brindan sus servicios en todos los niveles de atención médica. Su presencia, por ejemplo, en la atención primaria de salud posibilita un mejor funcionamiento de los servicios en todos los consultorios y policlínicos de las comunidades.
Por lo general, forman un gran equipo con el médico de la familia, y suelen ser un gran apoyo para los recién graduados o estudiantes de medicina, quienes se nutren de su experiencia y habilidades. La formación de los enfermeros tiene lugar en las universidades de ciencias médicas de este país, en varias facultades y en la Escuela Nacional de Salud Pública, con lo cual se busca garantizar su presencia en los tres niveles de atención.
Por otro lado, un gran número de ellos integran las brigadas de profesionales de la salud que cumplen misión internacionalista en otros países y acuden al llamado de pueblos hermanos necesitados de atención médica.
El personal de enfermería cubano es reconocido por su preparación científico-técnica y su entrega al trabajo tanto en la atención primaria de salud de cada localidad, como en los hospitales, en las campañas de promoción y prevención de salud o en labores internacionalistas.
Actualmente, el mundo enfrenta un enemigo mortal y silencioso. Se trata del virus SARS-CoV-2, cuyo brote comenzó en China en diciembre de 2019 y ya se ha extendido a otros 183 países, dejando un saldo de casi cuatro millones de personas contagiadas y más de 270 mil fallecidos en todo el orbe. En este contexto, los enfermeros demuestran su compasión, valentía y profesionalismo para enfrentar situaciones difíciles.
El desarrollo científico y técnico de los profesionales de Enfermería en Cuba les ha permitido alcanzar niveles superiores en la comprensión de valores, sobre la base de la evaluación de cada paciente como punto de partida para su tratamiento, considerándolo no como objeto sino como sujeto. Este concepto implica que se suponga a la persona como el elemento más necesario y activo a tener en cuenta.
El personal de enfermería cubano siempre se ha caracterizado por un alto nivel de respuesta ante disimiles situaciones. Los enfermeros graduados en la Isla han demostrado su competencia ante crisis sanitarias de gran envergadura, mostrando su capacidad para actuar manteniendo altos estándares de profesionalismo.
Cuando se trata de excelencia en salud, los enfermeros cubanos constituyen un paradigma, pues desempeñan un rol esencial en la construcción de sistemas de salud resilientes. En todo el mundo, y sin dejar de lado otros servicios sanitarios, estuvieron en la primera línea de la batalla contra la COVID-19 y han sido el alma de la vacunación para prevenir esta y otras enfermedades. Como profesión de servicio, y también de muchos retos, entrega y altruismo, el trabajo de los enfermeros resulta fundamental para promover la salud, prevenir enfermedades y sostener el cuidado a los pacientes. Con su hacer cotidiano, los enfermeros cubanos enfrentan cada situación de crisis tanto en Cuba como en el resto del mundo.
La mayor de las Antillas es uno de los países a nivel mundial que más enfermeros posee por cantidad de personas. Además se trata de un personal calificado, pues en su mayoría son especialistas en enfermería de urgencia y emergencia, comunitaria y materno infantil.
Han sustentado su formación sobre la base de la integración plena al trabajo. Esta premisa tiene como objetivo formar profesionales que den respuesta a las necesidades presentes y futuras del desarrollo del país. La especialidad de enfermería está basada en los conocimientos teóricos y en las habilidades prácticas de la profesión, desde una concepción holística e integradora de los factores sociales de la salud, que se aplican en el trabajo desde la comunidad, con el fin de promover, mantener y restaurar la salud.
Los enfermeros cubanos reflejan sus conocimientos, juicios y habilidades técnicas y una serie de atributos y actitudes en cada tratamiento, en cada paciente. Son capaces de aplicar procedimientos y protocolos de enfermería y a la vez, establecer una comunicación interpersonal e interprofesional asertiva.
La enfermería cubana ha sido determinante en la formación de brigadas sanitarias, campañas de vacunación, análisis de situaciones de salud, enfrentamiento al envejecimiento poblacional, combate a epidemias y enfermedades virales y la colaboración internacional.
El impacto social del trabajo de los enfermeros cubanos, radica en que se utilizan los avances del desarrollo tecnológico pero sin perder el sentido humanista de la profesión en la relación con el paciente, la familia y todo el personal que interviene en el proceso.
La enfermería cubana tiene ante si deberes ineludibles, relacionados primordialmente, con brindar cuidados profesionales de calidad y excelencia, basados en un sistema de conocimientos y evidencias que avalen la eficacia y eficiencia de su práctica.
Hoy los enfermeros cubanos son un ejército de vanguardia, símbolo de amor, esperanza y consagración plena, así como de alta profesionalidad y ética, que todo el mundo reconoce y admira.