Tratamiento de los Desgarros del Manguito Rotador

El manguito rotador está compuesto por cuatro músculos y sus tendones que rodean la articulación del hombro, proporcionando estabilidad y asegurando que la cabeza del hueso del brazo superior permanezca firmemente dentro de la cavidad poco profunda del hombro. Los desgarros del manguito rotador ocurren cuando los tendones se separan del hueso del brazo, lo que resulta en un compromiso de la función del hombro, causando dolor y debilidad que impacta significativamente en la capacidad de realizar tareas diarias y disfrutar de actividades físicas.

Los desgarros del manguito rotador son una fuente prevalente de dolor y discapacidad en el hombro, afectando a personas de diversas edades y niveles de actividad.

Los ortopedistas cubanos están altamente capacitados y son expertos en el tratamiento de desgarros del manguito rotador, principalmente con medidas conservadoras como la fisioterapia y las inyecciones de esteroides, y cuando es necesario, la intervención quirúrgica. El objetivo del tratamiento es aliviar el dolor, restaurar la función del hombro y mejorar la calidad de vida general del paciente. Si no se trata, el desgarro del manguito rotador puede llevar a:

• Pérdida permanente de movimiento.
• Debilidad en la articulación del hombro.
• Aumento del dolor.
• Rigidez en el hombro.
• Degeneración del tendón.
• Aumento del riesgo de artritis.
• Lesiones compensatorias.
• Reducción de la calidad de vida.

Tipos de desgarros del manguito rotador:

Existen dos tipos principales de desgarros del manguito rotador, categorizados según la naturaleza y extensión de la lesión:

• Desgarros de espesor parcial: También conocidos como desgarros incompletos, este tipo de desgarro ocurre cuando el tendón está dañado pero no completamente desprendido del hueso, dejando cierto nivel de continuidad del tendón.

• Desgarros de espesor total: También conocidos como desgarros completos, implican una ruptura total del tendón. En estos desgarros, el tendón está completamente seccionado, dejando un espacio completo entre los bordes desgarrados del tendón.

Los desgarros de espesor total se pueden clasificar además según su tamaño y la extensión del tendón involucrado:

• Desgarros pequeños: Menos de 1 centímetro (aproximadamente 0.39 pulgadas) de tamaño.
• Desgarros medianos: Entre 1 y 3 centímetros (aproximadamente 1.18 pulgadas) de tamaño.
• Desgarros grandes: Entre 3 y 5 centímetros (aproximadamente 1.97 pulgadas) de tamaño.
• Desgarros masivos: Más de 5 centímetros (aproximadamente 1.97 pulgadas) o que involucran más de un tendón.

Los desgarros del manguito rotador también se pueden clasificar según su causa:

• Desgarros traumáticos: También conocidos como desgarros agudos, estos desgarros ocurren repentinamente debido a una lesión aguda, como una caída sobre un brazo extendido, levantar un objeto pesado o experimentar un movimiento súbito y violento. Este tipo de desgarro puede ocurrir junto con otras lesiones, como una fractura de clavícula, una dislocación del hombro o una fractura de muñeca.

• Desgarros degenerativos: Estos desgarros se desarrollan gradualmente con el tiempo debido al desgaste y son más comunes en el brazo dominante. Si hay un desgarro degenerativo en un hombro, aumenta la probabilidad de un desgarro del manguito rotador en el hombro opuesto, incluso si no hay dolor en ese hombro.

Causas de los desgarros del manguito rotador

Los siguientes factores pueden aumentar el riesgo de sufrir una lesión en el manguito rotador:

• Edad: La mayoría de las lesiones del manguito rotador son causadas por el desgaste natural relacionado con la edad del tejido del tendón.

• Espolones óseos: Los crecimientos óseos pueden desarrollarse en la parte superior del hueso del hombro y frotarse contra el tendón cuando se levanta el brazo. Este pinzamiento del hombro crea fricción entre el hueso y el tendón, lo que eventualmente puede llevar a un desgarro parcial o completo.

• Disminución del flujo sanguíneo: La reducción del flujo sanguíneo al manguito debido al envejecimiento puede contribuir significativamente al desarrollo de desgarros del manguito rotador. Cuando los tendones reciben un suministro insuficiente de sangre, su capacidad para repararse y mantenerse disminuye, lo que conduce a un debilitamiento y degeneración con el tiempo. Este estado comprometido hace que los tendones sean más susceptibles a desgarros.

• Uso excesivo: Los movimientos repetitivos del hombro durante deportes o trabajos pueden estresar los músculos y tendones, causando un desgarro.

Aunque el uso excesivo debido a la actividad deportiva o el trabajo sobre la cabeza puede ocurrir en personas más jóvenes, la mayoría de los desgarros del manguito rotador en adultos jóvenes resultan de lesiones traumáticas, como caídas.

Síntomas de los desgarros del manguito rotador

Los síntomas comunes de un desgarro del manguito rotador incluyen:

• Dolor en el hombro, especialmente durante actividades por encima de la cabeza o en reposo.
• Dificultad para levantar o rotar el brazo debido a la debilidad muscular.
• Rango de movimiento limitado.
• Rigidez.
• Sensación de clic o chasquido.
• Atrofia muscular.

Diagnóstico de los desgarros del manguito rotador

El diagnóstico de un desgarro del manguito rotador generalmente se basa en un examen físico y se recomiendan pruebas de imagen para descartar otras afecciones con síntomas similares:

• Revisión de la historia médica: Una historia médica completa, que incluye preguntas sobre el inicio y la duración de los síntomas, así como cualquier antecedente familiar de afecciones similares.

• Examen físico: Esto incluye una evaluación exhaustiva del rango de movimiento, la fuerza, la estabilidad y la función general del hombro, así como la búsqueda de cualquier deformidad visible o atrofia muscular. Además, se examinarán el cuello y otras áreas cercanas para descartar otras afecciones que puedan imitar las lesiones del manguito rotador.

• Radiografías: Aunque un desgarro del manguito rotador en sí no será visible en una radiografía, esta prueba ayuda a descartar otras posibles causas de dolor, como espolones óseos.

• Ecografía: Las ondas sonoras producen imágenes de los músculos y tendones, lo que permite evaluar las estructuras del hombro durante el movimiento.

• Resonancia magnética (IRM): Se obtienen imágenes detalladas del hombro mediante una IRM para revelar la calidad de los músculos del manguito rotador, el desgarro del manguito rotador, así como su ubicación dentro del tendón y el tamaño del desgarro. Una IRM también puede mostrar cuán antiguo o reciente es un desgarro.

Opciones de tratamiento para los desgarros del manguito rotador

El tratamiento para un desgarro del manguito rotador implica reducir la inflamación, fortalecer los músculos circundantes y mejorar el rango de movimiento. El tratamiento generalmente incluye opciones conservadoras (no quirúrgicas) y tratamiento quirúrgico. La decisión entre opciones no quirúrgicas y quirúrgicas está guiada por varios factores, incluyendo:

• Gravedad y tamaño del desgarro.
• Edad, nivel de actividad y estado de salud general del paciente.
• Presencia de otras afecciones médicas.
• Nivel de dolor del paciente.
• Impacto del desgarro en las actividades diarias.
• Respuesta a los tratamientos no quirúrgicos iniciales.

Opciones no quirúrgicas

El tratamiento para un desgarro del manguito rotador generalmente comienza con métodos no quirúrgicos que incluyen:

• Cabestrillo para el brazo y reposo: Para dar tiempo al hombro para sanar.

• Modificación de actividades: Evitar actividades que causen dolor en el hombro y detener ciertos trabajos o deportes durante un tiempo.

• Medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE): para minimizar el dolor y la hinchazón.

• Inyección de esteroides: Se inyecta cortisona en la articulación del hombro, especialmente cuando el dolor interfiere con el sueño o las actividades diarias o la fisioterapia.

• Fisioterapia: Este es un componente clave en el tratamiento de un desgarro del manguito rotador, con el objetivo de restaurar la función, reducir el dolor y mejorar la fuerza y flexibilidad. Incluye:

• • Gestión del dolor y reducción de la inflamación.
  • Ejercicios de péndulo.
  • Ejercicios de rango de movimiento pasivo.
  • Ejercicios de estiramiento por encima de la cabeza.
  • Ejercicios de fortalecimiento.
  • Entrenamiento funcional.
  • Ejercicios específicos de actividad.
  • Ejercicios de propiocepción.

Opciones quirúrgicas

En los casos en que los métodos no quirúrgicos son insuficientes, se puede recomendar la cirugía para reparar el tendón desgarrado y restaurar la integridad estructural del hombro. También se puede recomendar cirugía cuando:

• Los síntomas han durado de 6 a 12 meses.
• El desgarro es mayor de 3 cm y la calidad del tejido tendinoso circundante es buena.
• Hay debilidad y pérdida de función en el hombro.
• El desgarro fue causado por una lesión reciente y aguda.

Hay varias opciones para reparar los desgarros del manguito rotador. Aunque cada método tiene sus propias ventajas y desventajas, todos comparten el mismo objetivo de promover la curación del tendón de vuelta al hueso.

• Reparación artroscópica del tendón: En este procedimiento, se hacen pequeñas incisiones y se usa una cámara (artroscopio) para guiar pequeños instrumentos para reparar el desgarro, volviendo a unirlo al hueso y eliminando cualquier tejido dañado.

• Reparación abierta del tendón: Esta es una cirugía abierta tradicional para reparar desgarros grandes o complejos. El cirujano realiza una incisión sobre el hombro y separa o divide parte del músculo deltoides para obtener una mejor visibilidad y acceso al tendón desgarrado.

• Durante una reparación abierta, el cirujano generalmente elimina espolones óseos de la parte inferior del acromion.

• Transferencia de tendones: Este procedimiento se lleva a cabo cuando el tendón desgarrado está demasiado dañado para volver a unirse al hueso del brazo. Consiste en utilizar un tendón cercano, a menudo de la parte superior de la espalda, como reemplazo.

• Reemplazo de hombro: Este procedimiento es para lesiones graves del manguito rotador e implica reemplazar la articulación dañada del hombro con un implante protésico.