Incluido en el Chequeo de Salud Ortopédica
Los chequeos de salud ortopédica en Cuba se desarrollan según las necesidades específicas de cada individuo, con un enfoque en la detección temprana de afecciones ortopédicas y factores de riesgo personalizados, así como en proporcionar orientación sobre cambios en el estilo de vida y medidas preventivas.
Un programa de evaluación ortopédica en Cuba implica varios componentes clave:
Historial del Paciente
- Historial Médico: Recopilar información detallada sobre afecciones médicas pasadas, cirugías, medicamentos, alergias y antecedentes médicos familiares.
- Queja Principal: Identificar la razón principal de la visita, incluyendo el inicio, la duración y la naturaleza del dolor o disfunción.
- Evaluación del Dolor: Utilizar escalas de dolor (por ejemplo, la escala analógica visual) para cuantificar la intensidad, ubicación, frecuencia y factores agravantes o alivio del dolor.
- Historial Funcional: Evaluar el impacto de la afección en las actividades diarias, el trabajo, los deportes y la calidad de vida en general.
Examen Físico
- Inspección General: Observar la postura, la marcha y cualquier deformidad o anomalía visible del paciente.
- Palpación: Palpar las áreas afectadas en busca de sensibilidad, calor, hinchazón o masas.
- Pruebas de Rango de Movimiento (ROM): Evaluar los movimientos activos y pasivos de las articulaciones para identificar limitaciones o molestias.
- Pruebas de Fuerza: Evaluar la fuerza muscular utilizando pruebas manuales o dinamometría.
- Evaluación Neurológica: Comprobar déficits sensoriales, reflejos y función motora para detectar afectación nerviosa.
- Pruebas Especiales: Realizar pruebas ortopédicas específicas para diagnosticar determinadas afecciones.
Imágenes Diagnósticas
- Radiografías: Obtener imágenes para evaluar las estructuras óseas, alineaciones, fracturas y cambios degenerativos.
- Resonancia Magnética (RM): Utilizar RM para visualizar tejidos blandos, incluidos ligamentos, tendones, cartílagos y músculos.
- Tomografías Computarizadas (TC): Obtener imágenes detalladas de secciones transversales de los huesos y tejidos blandos en casos complejos.
- Ecografía: Utilizar ecografía para imágenes en tiempo real de los tejidos blandos y para guiar las inyecciones.
Pruebas de Laboratorio
- Análisis de Sangre: Analizar muestras de sangre en busca de marcadores de infección, inflamación (por ejemplo, ESR, CRP) o afecciones autoinmunes (por ejemplo, factor reumatoide).
- Aspiración y Análisis de Líquidos Articulares: Realizar la aspiración de líquidos articulares para análisis en casos de sospecha de infección o artropatía cristalina (por ejemplo, gota).
Evaluaciones Funcionales
- Análisis de Marcha: Evaluar los patrones de marcha e identificar anomalías.
- Evaluación Biomecánica: Evaluar la mecánica del movimiento, particularmente en atletas e individuos con condiciones complejas.
- Pruebas de Equilibrio y Propiocepción: Evaluar el equilibrio y la función propioceptiva, especialmente en pacientes con inestabilidad o lesiones recurrentes.
Plan de Salud Personalizado
- Con base en los resultados de la consulta y las pruebas diagnósticas, el equipo ortopédico cubano desarrollará un plan de salud individualizado para gestionar y reducir los factores de riesgo. Por lo general, incluye recomendaciones para modificaciones en el estilo de vida, como actividad física regular, control de peso, cese del tabaquismo y moderación del consumo de alcohol. Además, puede implicar intervenciones médicas como medicamentos para controlar el dolor, terapia física e intervención quirúrgica.
¿Quién Debe Someterse a una Evaluación Ortopédica?
Si bien todos pueden beneficiarse de chequeos ortopédicos regulares, ciertos grupos están en mayor riesgo y deben priorizar estas evaluaciones:
- Adultos Mayores: Personas mayores de 50 años para detectar condiciones relacionadas con la edad, como osteoporosis, artritis y enfermedad degenerativa del disco.
- Personas con Enfermedades Crónicas: Aquellos que sufren de enfermedades crónicas para monitorear complicaciones como neuropatía y pie de Charcot.
- Personas con Dolor o Malestar Persistente: Aquellos que experimentan dolor persistente o inexplicado en la espalda, cuello, articulaciones o músculos, o que tienen una reducción en el rango de movimiento o dificultades para realizar actividades diarias.
- Individuos con Predisposición Genética: Aquellos con antecedentes familiares de condiciones musculoesqueléticas, como artritis hereditaria o trastornos del tejido conectivo.
- Trabajadores en Trabajos Físicamente Exigentes: Personas que trabajan en construcción, agricultura y manufactura que realizan actividades repetitivas o extenuantes o aquellos expuestos a peligros ocupacionales que aumentan el riesgo de lesiones musculoesqueléticas.
- Atletas e Individuos Activos: Aquellos que practican deportes que someten a gran estrés a las articulaciones y los músculos.