Una fractura no consolidada es una interrupción en el proceso de reparación de la fractura. Los huesos tienen una notable capacidad de curarse a sí mismos, y con el tratamiento adecuado, la mayoría de las fracturas se curarán sin complicaciones. Sin embargo, debido a ciertos factores, como una estabilidad inadecuada o un mal suministro de sangre, algunos huesos fracturados no logran sanar adecuadamente y no se vuelven a unir en el tiempo esperado, generalmente de seis a nueve meses después de la lesión. A diferencia de las fracturas estándar que avanzan a través de las etapas normales de curación, las fracturas no consolidadas permanecen sin curarse, lo que lleva a un dolor prolongado y deterioro funcional.
El tratamiento en Cuba para las fracturas no consolidadas depende de la causa subyacente. Solo una vez que se identifique la causa de la fractura no consolidada se podrá iniciar el tratamiento adecuado. Sin embargo, si la fractura no consolidada está desalineada, será necesaria la cirugía para realinear y estabilizar los huesos. Si no se trata la fractura no consolidada, puede llevar a:
- Dolor crónico
- Deterioro funcional
- Deformidad
- Aumento del riesgo de lesiones adicionales
- Posibles complicaciones graves, como infecciones o artrosis en la zona afectada
Tipos de fracturas no consolidadas
Existen varios tipos de fracturas no consolidadas clasificadas según las características del sitio de la fractura.
- No consolidada atrófica: Causada por una inmovilización inadecuada y un suministro de sangre insuficiente, lo que resulta en la falta de formación de callo.
- No consolidada hipertrófica: Causada por una estabilidad inadecuada con un suministro sanguíneo adecuado. Hay formación de callo, pero los extremos del hueso no están alineados correctamente, lo que impide la curación.
- No consolidada oligotrófica: A menudo resulta de una estabilización inadecuada de la fractura con desplazamiento de los fragmentos óseos y una formación insuficiente de callo.
- No consolidada infectada (séptica): Resulta de una infección en el sitio de la fractura, lo que lleva a una mala cicatrización a pesar de la actividad biológica.
- Pseudoartrosis: Una falsa articulación, o pseudoartrosis, se forma en el sitio de la fractura debido al movimiento excesivo y una cicatrización inadecuada.
Causas de las fracturas no consolidadas
Los factores principales que contribuyen a la no consolidación incluyen:
- Estabilización inadecuada.
- Pobre suministro de sangre.
- Infección en el sitio de la fractura.
- Factores sistémicos (condiciones como osteoporosis, diabetes, tabaquismo y ciertos medicamentos).
- Trauma severo o fracturas de alta energía.
- Deficiencias nutricionales (como calcio y vitamina D).
Síntomas de las fracturas no consolidadas
Los pacientes con fracturas no consolidadas generalmente sienten dolor en el sitio de la fractura mucho después de que desaparece el dolor inicial de la fractura. Otros síntomas incluyen:
- Hinchazón y sensibilidad que no disminuyen con el tiempo.
- Deformidad visible o inestabilidad en la zona afectada.
- Rango de movimiento limitado o deterioro funcional.
- Ausencia de evidencia radiográfica de curación ósea con el tiempo.
Diagnóstico de las fracturas no consolidadas
El diagnóstico de fracturas no consolidadas implica una evaluación exhaustiva que combina la evaluación clínica y las técnicas de imagen para determinar la naturaleza exacta y la extensión de la no consolidación.
- Historia médica: Esto incluye la historia de la lesión original, tratamientos previos y cualquier condición subyacente (como diabetes, tabaquismo u osteoporosis) que pueda afectar la curación.
- Revisión de síntomas: Discusión de los síntomas, como dolor persistente, hinchazón, sensibilidad y deterioro funcional que han persistido más allá del período normal de curación.
- Examen físico: Examen visual del área afectada, palpación y pruebas funcionales.
- Radiografías: Generalmente, la primera modalidad de imagen utilizada para evaluar la alineación ósea, la presencia de formación de callo y la curación ósea en general.
- Tomografía computarizada (TC): Estas son imágenes transversales detalladas del hueso y los tejidos circundantes que se utilizan para identificar fracturas sutiles, espacios óseos y características de la no consolidación. Además, se utilizan para evaluar la extensión del puente óseo y cualquier posible complicación relacionada con el hardware de intervenciones quirúrgicas previas.
- Resonancia magnética (RM): Estas imágenes se utilizan para evaluar el estado de los tejidos blandos que rodean la fractura e identificar signos de infección o inflamación.
- Ecografía: Estas imágenes se utilizan para evaluar la formación de callo.
- Análisis de sangre: Los análisis de sangre se utilizan para ayudar a identificar infecciones o inflamaciones y evaluar el estado nutricional.
Opciones de tratamiento para las fracturas no consolidadas
El tratamiento de las fracturas no consolidadas es complejo y multifacético, y a menudo requiere una combinación de enfoques quirúrgicos y no quirúrgicos. La opción de tratamiento depende de varios factores, incluidos:
- Tipo de no consolidación.
- Ubicación de la fractura.
- Duración de la no consolidación.
- Tratamientos previos y sus resultados.
- Presencia de comorbilidades.
- Edad del paciente.
- Estado general de salud del paciente.
- Nivel de actividad del paciente.
Opciones no quirúrgicas
- Estimulación ósea eléctrica: Esto implica aplicar corrientes eléctricas en el sitio de la fractura con el objetivo de promover el crecimiento óseo y acelerar el proceso de curación.
- Inmovilización con férula para fracturas: Este tipo de férula se utiliza como soporte para estabilizar el hueso, permitiendo el movimiento controlado y la carga gradual de peso para estimular la curación.
Opciones quirúrgicas
- Fijación de la fractura: La fijación de la fractura es un procedimiento quirúrgico realizado para estabilizar un hueso roto y garantizar una alineación adecuada y soporte mientras sana. Este procedimiento a menudo implica el uso de dispositivos metálicos, como tornillos, varillas o placas, para mantener los segmentos óseos fracturados en su lugar. La fijación de la fractura puede ser interna o externa.
- Fijación interna: Estabiliza una no consolidación con placas metálicas y tornillos en el exterior del hueso o coloca un clavo (varilla) dentro del hueso para mantener el hueso en su posición.
- Fijación externa: Estabiliza el hueso lesionado mediante la fijación de un marco rígido en el exterior del brazo o pierna lesionada. El marco se fija al hueso con cables o clavijas. La fijación externa puede tratar no consolidaciones en un paciente que también tiene pérdida ósea y/o infección.
- Desbridamiento: El desbridamiento es el proceso de eliminar tejido muerto, dañado o infectado de una herida para promover la curación. Este procedimiento es esencial para prevenir infecciones, reducir la inflamación y crear un entorno saludable para el crecimiento de nuevo tejido.
- Cobertura de tejido blando: Este procedimiento se utiliza particularmente cuando el tejido circundante está comprometido. Se utilizan diversas técnicas quirúrgicas, como el uso de colgajos de tejido blando, para cubrir y proteger el sitio de la fractura y proporcionar el suministro de sangre necesario y el soporte para la curación del hueso.
- Manejo de condiciones subyacentes: Esto implica abordar problemas sistémicos como infecciones, deficiencias nutricionales (como calcio y vitamina D) y enfermedades crónicas (como diabetes o trastornos tiroideos). Además, se pueden recomendar modificaciones en el estilo de vida, como dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol.