Programa quirúrgico para la deformidad angular de la rodilla (Piernas arqueadas)

Deformidad angular de la rodilla/ Genu Varum (Piernas arqueadas)

El genu varum, comúnmente conocido como piernas arqueadas, es un tipo de deformidad angular que se caracteriza por la curvatura hacia afuera de las piernas, lo que provoca que las rodillas permanezcan separadas mientras los tobillos se tocan al estar de pie, creando una separación notable entre las rodillas. Esta condición puede afectar tanto a niños como a adultos. Si bien suele ser una parte normal del desarrollo en bebés y niños pequeños, los casos persistentes o graves pueden requerir atención médica.

Las opciones de tratamiento en Cuba para el genu varum se basan en la condición subyacente e incluyen el uso de aparatos ortopédicos, fisioterapia y cirugía. Si no se trata, las personas con piernas arqueadas pueden experimentar dolor, aumento de la deformidad, inestabilidad de la rodilla y degeneración progresiva de la rodilla (artritis). La corrección de la deformidad conduce a:

• Mejora de la mecánica de la rodilla

• Mejora de la marcha y coordinación de los movimientos de las extremidades

• Reducción del dolor

• Prevención del avance rápido del daño en la rodilla

Tipos y Causas

El genu varum, o piernas arqueadas, se puede clasificar en diferentes tipos según las causas subyacentes y las características de la condición.

• Curvatura fisiológica: Es normal en bebés y niños pequeños como parte de su desarrollo natural. La mayoría de los niños superan esta condición a los tres años.

• Enfermedad de Blount: Un trastorno del crecimiento del hueso de la espinilla (tibia) que hace que el hueso crezca de manera anormal y se arquee hacia afuera.

• Raquitismo: Una condición causada por una deficiencia de vitamina D, calcio o fosfato, que provoca el ablandamiento y debilitamiento de los huesos.

• Factores genéticos: Un historial familiar de piernas arqueadas puede aumentar la probabilidad de desarrollar la condición.

• Displasia ósea: Se refiere a un grupo de trastornos que afectan el crecimiento óseo, lo que lleva al desarrollo anormal de los huesos y al arqueamiento de las piernas.

Síntomas:

El síntoma principal de las piernas arqueadas es la curva visible hacia afuera de las piernas con una separación notable entre las rodillas cuando los tobillos están juntos. Otros síntomas pueden incluir:

• Dificultades para caminar: Las personas con piernas arqueadas pueden caminar con los pies girados hacia adentro o hacia afuera para compensar la desalineación, lo que lleva a una marcha irregular o de balanceo.

• Dolor en las rodillas: La alineación anormal puede causar tensión en las rodillas, lo que provoca dolor e incomodidad, especialmente después de actividades físicas.

• Dolor en la cadera y los tobillos: La distribución desigual del peso corporal puede aumentar el estrés en otras articulaciones, como la cadera y los tobillos, causando dolor e incomodidad.

• Fatiga muscular y debilidad: La desalineación de las piernas hace que los músculos, especialmente los de los muslos y las pantorrillas, trabajen más para mantener el equilibrio.

• Problemas de equilibrio: La alineación desigual de las piernas puede aumentar las dificultades para mantener el equilibrio, lo que aumenta el riesgo de caídas y lesiones.

• Cambios posturales: La curvatura anormal puede hacer que la pelvis se incline y la parte baja de la espalda se arquee en exceso, lo que puede causar dolor de espalda y problemas posturales.

• Desgaste desigual en los zapatos: La marcha anormal puede causar desgaste desigual en las suelas de los zapatos, con más desgaste en un lado del zapato. Esto puede ser un indicador notable de la condición.

• Retrasos en el desarrollo en los niños: En los niños, las piernas arqueadas a veces pueden estar asociadas con retrasos en alcanzar hitos motores como caminar, correr y saltar.

Diagnóstico

El diagnóstico de las piernas arqueadas (genu varum) implica un enfoque multifacético para identificar con precisión las causas subyacentes y evaluar la gravedad de la condición. Incluye:

• Historial médico:

• Historia del paciente: Un historial médico detallado que incluya preguntas sobre el inicio de los síntomas, la duración y cualquier historial familiar de condiciones similares.

• Hitos del desarrollo (para niños): Evaluación de los hitos del desarrollo del niño, la edad en que empezó a caminar y cualquier problema médico o deficiencia nutricional anterior.

• Condiciones médicas y factores de estilo de vida (para adultos): Evaluación de cualquier condición médica existente, como enfermedades metabólicas óseas, artritis o cirugías previas. También se evaluarán las actividades ocupacionales, las actividades físicas y los hábitos nutricionales que puedan contribuir a la condición.

• Examen físico:

• Evaluación visual: Inspección de las piernas para detectar la curvatura hacia afuera, identificar el grado de arqueamiento, la asimetría y cualquier deformidad visible.

• Análisis de la marcha: Observación del patrón de marcha del paciente para evaluar cualquier anomalía y los mecanismos de compensación.

• Examen de las articulaciones: Evaluación del rango de movimiento en las caderas, rodillas y tobillos para verificar rigidez, inestabilidad o dolor.

• Chequeo de simetría: Determinación si el arqueamiento es simétrico o si una pierna está más afectada que la otra.

• Estudios de imagen:

• Radiografías: Las radiografías son el principal medio para evaluar el grado de arqueamiento e identificar cualquier anomalía ósea subyacente.

• Vista AP (anteroposterior): Proporciona una vista frontal de las piernas para medir el grado de arqueamiento.

• Vista lateral: Proporciona una vista lateral para evaluar la estructura ósea y otras anomalías.

• Resonancia magnética (MRI): Proporciona imágenes detalladas de los tejidos blandos, cartílagos y médula ósea, útil para identificar causas subyacentes como lesiones meniscales o ligamentosas o infecciones óseas.

• TAC (Tomografía computarizada): Se utiliza para casos complejos donde se necesitan detalles anatómicos precisos.

• Escáner de densidad ósea (para adultos): Para evaluar la densidad mineral ósea y verificar osteoporosis u otras enfermedades metabólicas óseas.

• Pruebas de laboratorio:

• Análisis de sangre: Para verificar deficiencias nutricionales (niveles de vitamina D, calcio y fosfato) o marcadores de metabolismo óseo.

Opciones de tratamiento

Las opciones de tratamiento para el genu varum se basan en la:

• Condición específica del paciente

• Grado de curvatura y gravedad de los síntomas

• Causas subyacentes

• Edad y salud general

• Edad esquelética

Las opciones de tratamiento incluyen:

• Aparatos ortopédicos: Los aparatos ortopédicos son opciones de tratamiento efectivas tanto para adultos como para niños.

• Para niños: Los aparatos ortopédicos personalizados se utilizan para dirigir el crecimiento de las piernas hacia una posición más recta, ayudando a corregir la alineación con el tiempo y prevenir la progresión de la condición.

• Para adultos: Se utilizan dispositivos ortopédicos personalizados, como plantillas para zapatos, para distribuir el peso de manera más uniforme, reducir el dolor y mejorar la marcha al proporcionar apoyo y estabilidad adicionales.

• Suplementos nutricionales: Son especialmente importantes cuando la condición está relacionada con deficiencias como el raquitismo, tanto en adultos como en niños, asegurando una ingesta adecuada de vitamina D, calcio y fosfato, esenciales para la salud ósea.

• Fisioterapia: La fisioterapia es un componente vital en el tratamiento de las piernas arqueadas, enfocándose en mejorar la fuerza, flexibilidad, equilibrio y coordinación, así como la marcha y la alineación.

• Intervención quirúrgica: La cirugía para las piernas arqueadas se considera cuando los tratamientos conservadores no son efectivos o si la condición es grave. Incluye varios procedimientos según la gravedad de la condición, la edad y la salud del paciente.

• Cirugía de crecimiento guiado (para niños): Esta es una cirugía mínimamente invasiva utilizada principalmente en niños en crecimiento con arqueamiento moderado a severo.

• Osteotomía: Se utiliza para adolescentes maduros esqueléticamente y adultos. Implica cortar y realinear los huesos para mejorar la alineación de las piernas, generalmente se trata la tibia, pero hay situaciones en las que el fémur o ambos son tratados.

• Rehabilitación postquirúrgica: La fisioterapia y el manejo del dolor son esenciales para la recuperación tras la cirugía, enfocándose en recuperar la fuerza, la flexibilidad y la función.