Una hernia discal ocurre cuando el centro blando y gelatinoso de un disco espinal se empuja a través de una rotura en su capa exterior más resistente. La columna vertebral tiene una serie de huesos (vértebras) que se extienden desde la base del cráneo hasta el coxis. Entre estas vértebras hay cojines redondos (discos intervertebrales) que actúan como amortiguadores, permitiendo un movimiento fácil y flexibilidad. Cuando uno de estos discos se rompe o se filtra, puede causar irritación en los nervios cercanos, provocando dolor, entumecimiento o debilidad en la zona afectada. Una hernia discal puede ocurrir en cualquier parte de la columna vertebral, pero ocurre con mayor frecuencia en la parte inferior de la espalda (columna lumbar).
El tratamiento de la hernia discal en Cuba es realizado por especialistas altamente capacitados en el cuidado de la columna vertebral, comenzando generalmente con medidas conservadoras como la fisioterapia, medicamentos e inyecciones de corticosteroides. Si los tratamientos conservadores no mejoran los síntomas, la cirugía de columna puede ser una opción.
Tipos de hernias discales
Las hernias discales pueden ocurrir en diferentes partes de la columna vertebral y pueden variar en gravedad y tipo. La clasificación de las hernias discales a menudo se basa en su ubicación, la extensión de la hernia y la dirección de la hernia.
- Por ubicación
- Hernia discal cervical: La hernia ocurre en las vértebras en la sección superior de la columna vertebral (C1-C7).
- Hernia discal torácica: La hernia ocurre en las vértebras de la sección media de la columna vertebral (T1-T12).
- Hernia discal lumbar: La hernia ocurre en las vértebras de la sección inferior de la columna vertebral (L1-L5).
- Por extensión de la hernia
- Protusión: Las capas externas del disco (anillo fibroso) permanecen intactas, pero el disco se abulta hacia afuera. La sustancia gelatinosa interna (núcleo pulposo) no rompe el anillo.
- Prolapso: El núcleo pulposo se empuja hacia afuera pero permanece dentro del anillo fibroso. La capa externa puede estar ligeramente dañada pero no está completamente rota.
- Extrusión: El núcleo pulposo rompe el anillo fibroso pero permanece dentro del espacio del disco.
- Secuestro: Un fragmento del núcleo pulposo rompe el anillo fibroso y se convierte en un fragmento libre dentro del canal espinal.
- Por dirección de la hernia
- Hernia central: El disco hernia directamente hacia atrás, hacia la médula espinal.
- Hernia posterolateral: El disco hernia hacia el lado y hacia atrás, que es la dirección más común.
- Hernia lateral: El disco hernia directamente hacia el lado.
- Hernia foraminal: El disco hernia en el foramen, la apertura donde salen las raíces nerviosas del canal espinal.
Causas de la hernia discal
Varios factores pueden contribuir a una hernia discal, incluyendo:
- Desgaste y deterioro relacionado con la edad: Con la edad, los discos pierden naturalmente parte de su contenido de agua, lo que los hace menos flexibles y más propensos a rasgarse o romperse.
- Lesión: Un trauma o lesión repentina en la columna vertebral puede causar una hernia discal.
- Movimientos repetitivos: Levantar objetos pesados, doblarse o girar repetidamente puede aumentar el riesgo de una hernia discal.
- Genética: Algunas personas heredan una predisposición a desarrollar hernias discales.
- Obesidad: El exceso de peso corporal ejerce una presión adicional sobre los discos en la parte inferior de la espalda.
- Estilo de vida sedentario: La falta de actividad física regular puede contribuir a la mala salud de los discos y aumentar el riesgo de hernia.
Síntomas de la hernia discal
- Dolor localizado y/o irradiado.
- Entumecimiento y hormigueo.
- Debilidad muscular.
- Aumento del dolor con el movimiento.
- Disminución del rango de movimiento.
- Cambios en los reflejos.
- Disfunción de la vejiga o el intestino.
Diagnóstico de la hernia discal
El diagnóstico de la hernia discal comienza con una revisión de la historia clínica y un examen físico durante el cual se revisan lesiones anteriores, el rango de movimiento y los síntomas. También se realizarán pruebas neurológicas para los reflejos, la fuerza muscular y la sensibilidad. Otras pruebas pueden incluir:
- Pruebas de imagen
- Resonancia magnética (RM): Imágenes detalladas de los discos espinales y los nervios proporcionan una imagen precisa de una hernia discal.
- Tomografía computarizada (TC): Imágenes transversales de la columna vertebral y las estructuras circundantes.
- Radiografías: Aunque las radiografías no diagnostican una hernia discal, son útiles para descartar otras condiciones como fracturas o anomalías óseas.
- Pruebas adicionales (si es necesario)
- Mielografía: Inyección de contraste seguida de radiografías o TC para visualizar la médula espinal y los nervios.
- Electromiografía (EMG): Prueba de la actividad eléctrica de los músculos para identificar daño nervioso.
Opciones de tratamiento para la hernia discal
El tratamiento de una hernia discal generalmente comienza con métodos conservadores que incluyen analgésicos, relajantes musculares, narcóticos, inyecciones de corticosteroides y fisioterapia.
Fisioterapia
La fisioterapia es una parte integral del tratamiento de la hernia discal con el objetivo de aliviar el dolor, mejorar la función y prevenir más lesiones.
- Estimulación eléctrica: Técnicas como TENS (estimulación nerviosa eléctrica transcutánea) para aliviar el dolor.
- Terapia manual: Masajes suaves, movilización o manipulación para aliviar el dolor y mejorar la circulación.
- Ejercicios de estiramiento: Centrados en mejorar la flexibilidad en la columna y los músculos circundantes.
- Ejercicios de fortalecimiento: Ejercicios de estabilización del núcleo para apoyar la columna y fortalecimiento de los músculos extensores de la espalda, abdominales y de las piernas.
- Acondicionamiento aeróbico: Ejercicios cardiovasculares de bajo impacto para promover la forma física general y el flujo sanguíneo.
- Entrenamiento de postura y mecánica corporal: Mantener una postura adecuada durante las actividades diarias y técnicas para levantar, doblarse y girar de manera segura para evitar más lesiones.
- Ejercicios de rango de movimiento: Ejercicios para restaurar el movimiento normal en la columna y reducir la rigidez.
Opciones quirúrgicas
Cuando los tratamientos conservadores no alivian los síntomas de una hernia discal, se puede considerar la intervención quirúrgica. El objetivo de la cirugía es aliviar la presión sobre los nervios espinales o la médula espinal, aliviar el dolor y mejorar la función. La cirugía puede estar indicada cuando:
- El dolor severo y persistente no mejora con tratamientos no quirúrgicos.
- Se desarrollan déficits neurológicos significativos, como debilidad, entumecimiento o pérdida de control de la vejiga/intestino.
- Los síntomas empeoran progresivamente.
- Hay evidencia de síndrome de cauda equina, una afección grave que afecta al grupo de raíces nerviosas en el extremo inferior de la médula espinal.
Opciones quirúrgicas incluyen:
- Microdiscectomía: Este es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo cuando una hernia discal está comprimiendo un nervio espinal. Durante el procedimiento, se realiza una pequeña incisión y se utilizan instrumentos especializados para eliminar la porción herniada del disco, aliviando la presión sobre el nervio afectado.
- Laminectomía: Este procedimiento se realiza principalmente para aliviar los síntomas de una hernia discal que está causando estenosis espinal (el canal espinal se estrecha y comprime los nervios). El procedimiento implica la eliminación de parte o de toda la lámina (la parte posterior de la vértebra que cubre el canal espinal) para crear más espacio para los nervios y reducir la presión.
- Discectomía: La discectomía es un procedimiento quirúrgico que se puede realizar mediante un procedimiento abierto o mínimamente invasivo y puede implicar la eliminación de todo o parte del disco para aliviar la presión sobre los nervios espinales causada por una hernia discal.
- Fusión espinal: Este procedimiento se realiza para tratar casos graves de hernias discales, particularmente cuando hay una inestabilidad espinal significativa o cuando varios discos están afectados. Durante el procedimiento, dos o más vértebras se unen permanentemente mediante injertos óseos, varillas o tornillos de metal, eliminando el movimiento entre ellas y proporcionando estabilidad a la columna. Esto ayuda a aliviar el dolor, reducir la compresión nerviosa y mejorar la función.
Cuidado postoperatorio
La fisioterapia generalmente comienza poco después de la cirugía para ayudar en la recuperación, con un enfoque en estiramientos suaves, ejercicios de fortalecimiento y aumento gradual de los niveles de actividad.
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